En los últimos años, la industria vitivinícola se está centrando cada vez más en la sostenibilidad. He aquí algunos aspectos clave de la sostenibilidad en la industria vitivinícola:
1. Agricultura ecológica y biodinámica: Muchas bodegas productoras de vino están adoptando prácticas de agricultura ecológica y biodinámica, que implican la eliminación de pesticidas, herbicidas y fertilizantes sintéticos. Estas prácticas fomentan la biodiversidad utilizando métodos naturales y holísticos para restaurar la salud del suelo y proteger el medio ambiente. Y apuestan por el vino ecológico. 2. Conservación del agua: El agua es un recurso crucial en la elaboración del vino, y los viñedos y bodegas sostenibles se centran en técnicas de riego eficientes y estrategias de gestión del agua. 3. Eficiencia energética: Las bodegas sostenibles priorizan la eficiencia energética mediante el uso de fuentes de energía renovables, como la solar o la eólica. También invierten en tecnologías y procesos energéticamente eficientes, como la iluminación LED, los sistemas de refrigeración energéticamente eficientes y el aislamiento. 4. Gestión de residuos: Las bodegas están encontrando formas innovadoras de minimizar la producción de residuos y gestionarlos adecuadamente. Esto incluye el reciclaje de materiales de envasado, el compostaje de orujo de uva y la reutilización o reutilización de subproductos de la bodega. Algunas bodegas incluso implementan modelos de economía circular, en los que los residuos se utilizan como recurso para otras industrias. 5. Reducción de la huella de carbono: Los bodegueros están tomando medidas para reducir su huella de carbono centrándose en la eficiencia del transporte, utilizando materiales de embalaje más ligeros y aplicando iniciativas de compensación de carbono. Algunas bodegas también están invirtiendo en tecnologías de captura de carbono o en la transición a maquinaria impulsada por biocombustibles. 6. Responsabilidad social: Las bodegas sostenibles dan prioridad al trato justo y ético de los trabajadores, al compromiso con la comunidad y al apoyo a las economías locales. También pueden participar en actividades e iniciativas benéficas que beneficien a la sociedad en general. 7. Certificaciones: Las bodegas pueden obtener varias certificaciones de sostenibilidad, como la Certificación de Sostenibilidad en Práctica (SIP), Viticultores Sostenibles Certificados o certificaciones orgánicas y biodinámicas. Estas certificaciones ofrecen verificación por terceros de las prácticas sostenibles y demuestran un compromiso con la gestión medioambiental. La sostenibilidad en la industria vitivinícola no sólo es fundamental para la protección del medio ambiente, sino también para la viabilidad a largo plazo y la reputación de las bodegas. Los consumidores exigen cada vez más productos sostenibles, y las bodegas que dan prioridad a la sostenibilidad pueden beneficiarse tanto ambiental como económicamente.
¿Cómo intentan las bodegas mantener unas prácticas sostenibles para conseguir un vino sostenible?
- A medida que la conciencia ecológica ha ido calando en la sociedad, también lo ha hecho en la industria vitivinícola, no sólo por el beneficio directo para la conservación del planeta, sino también por el impacto en una mejor y más cuidada imagen de marca, que se muestra responsable con la sociedad y el medio ambiente. ----Las prácticas llevadas a cabo en la industria vitivinícola van desde las ecológicas en el viñedo con la no utilización de fertilizantes y herbicidas, favoreciendo así la biodiversidad y la autenticidad del territorio, hasta el ahorro de agua reciclándola durante la producción, pasando por la eficiencia energética mediante el uso de vehículos eléctricos. Si además añadimos la implantación de paneles solares, la reducción del carbono es aún mayor, consiga una viticultura sostenible. - Que una bodega tome este tipo de medidas es indicativo de la madurez del sector, ya que demuestra no sólo la responsabilidad social de las empresas sino también la del consumidor, que cada vez demanda más vinos y prácticas respetuosas con el medio ambiente en el ejercicio de su consumo. En este caso hablamos de envases sostenibles -evitando el uso de plásticos-, peso y volumen reducidos para facilitar el transporte y el uso general de materiales sostenibles.
Buscando esta conexión con el consumidor, muchos fabricantes expresan su compromiso en forma de sellos y certificaciones visibles, ambos avalados por prestigiosas universidades, instituciones certificadoras y programas europeos.
¿Conoces algunas bodegas que elaboren vinos sostenibles?
Es el caso de bodegas como Pago de Carraovejas y Château Branaire-Ducru que participan en el universo Second Winery y cuyos vinos forman parte de nuestros kits de cata, que también buscan la sostenibilidad de los vinos ofrecidos.
Leamos más sobre este vino sostenible:
1) Pago de Carraovejas.
Su compromiso con la sostenibilidad alcanza varios ámbitos, apostando siempre por la innovación para conseguir sus objetivos en áreas como: trazabilidad, cambio climático en bodega y viñedo, viticultura de precisión, suelos y biodiversidad, control biológico de plagas y enfermedades, diversidad vitícola varietal e intravarietal y aprovechamiento de subproductos. Un verdadero ejemplo de responsabilidad y compromiso no sólo con el medio ambiente, sino también con la sociedad presente y futura en un proceso de mejora continua.
2) Château Branaire-Ducru.
Posee la "Certificación de Alto Valor Medioambiental", que certifica su compromiso con la biodiversidad, la fertilización y la estrategia fitosanitaria; así como el programa de certificación "Certificación ISO 14001", que controla el impacto medioambiental de las actividades de la empresa, y la "Certificación BeeFriendly", que tiene como objetivo la aplicación de cambios en las prácticas agrícolas para luchar contra la desaparición de las abejas, la preservación de la biodiversidad y la colaboración con los apicultores locales.
Todo ello se resume en su programa de Responsabilidad Social Corporativa, que integra las dimensiones social y medioambiental en la estrategia económica, obteniendo así la etiqueta "Bordeaux Cultivons Demain".
Este compromiso se manifiesta también en la relación con la población local, el equipo y el medio ambiente y en la escucha e integración de las peticiones de los socios.